El Mes de la Hispanidad: Madre de Procurador General Jason Miyares huyó de Cuba
VIRGINIA BEACH, Va. (WAVY) -- Miriam Miayres, la madre de Procurador General Virginia Jason Miyares, le apasiona sobre los Eastados Unidos y la libertad individual, y crió su hijo para que apreciara la misma perspectiva. Miyares se convertió el primer persona hispana en ocupar un cargo estatal cuando fue elegido para la Cámara de Representantes de Virginia en 2015, representado el noreste de Virginia Beach. Las semillas de ese viaje fueron plantadas por las acciones de su madre que huía de la opresión en Cuba. Su historia empieza con un un golpe en la puerta. "Mi madre quería ver que quieren," Miriam Miyares dijo. "Eran las dos por la mañana, y abrió la puerta, y él dijo, 'Estamos aquí para alejar a Ángel.' El nombre de mi hermano era Ángel, y mi madre dijo, 'Espera un momento mientras lo despierto.'" Era una noche en Abril en 1961, y los Estados Unidos cababa de lanzar la nefasta invasión contra el gobierno del dictador cubano Fidel Castro. "Y el primer cuarto, era mi cuarto, y desperté y tuvo un chico delante de mí con una pistola delante de mi cara," ella dijo. Miriam tenía 14 años cuando hombres armados leales a Castro allanaron su casa y arrestaron a su hermano Ángel. "Ángel dijo que si los Yankees ganan, no tendrás forma de saberlo, porque te ametrallarán antes de que lo veas," Miriam dijo. Los Yankees, o el gobierno de los Estados Undios, habían entrenado a 1400 exiliados cubanos para asaltar su patria. La invasión de Bahía de Cochinos fue un desastre, fácilmente aplastada por las tropas de Castro. "Estábamos muy preocupados de que lo fueran a matar," ella dijo. "Porque durante la Bahía de Cochinos, lo sacan de su casa en medo de la noche y se lo llevan, y estuvo fuera durante cuatro días, no teníamos idea de dónde estaba." Miyares dijo que su hermano cometió el error de no apoyar abiertamente al régimen de Castro. "Persiguen a cualquiera que no esté necesariamente 'integrado', como ellos lo llaman, con el gobierno," ella dijo. "Porque si no estás con ellos, estás en contra de ellos. No hay término medio." Ángel fue liberado más tarde, y luego dejó su tierra natal para ir a Estados Unidos. Recaudó dinero para traer a Miriam en 1965. "Salí cuba con el atuendo que llevaba, y una bolsa, y eso es solo con lo que me permitieron irme," ella dijo. "Necesitas realizar que para una persona que tiene 19 años, es un choque cultural. Pero sabía una cosa, sabía que venir aquí, tendría la libertad de hacer lo que quisiera hacer." A Miriam, el promete y la incertidumbre que venga con la libertad era un riesgo de salir cuba. El gobierno de Castro les había quitado su casa Victoriana construida por el abuelo de Miriam. "Una vez, fui a Miami para un reunión, y me mostraron fotos de mi ciudad natal," ella dijo. "Voi este casa, y dijo, '¿De quién es la casa?' No recuerdo este casa.' Alguien me miró y me dijo, 'Cariño, esa es la casa de tu familia.' Y me fui llorando, porque ahora parecía un conventillo." La pérdida de la vivienda familiar demostró a Miriam que hay que proteger a las personas, no aterrorizadas por la ley. Eso no pasó desapercibido para uno de sus tres hijos, ahora fiscal general de Virginia. "Una de mis recuerdos primeros fue cuando mi madre vino a nuestra cocina y me enseñó el el Juramento de Fidelidad para su propia ceremonia de naturalización," dijo Jason Miyares. "Y casi 50 años después de su partida en 2015, pudo entrar en una casilla de votación y obtener una boleta con mi nombre y pudo votar para que yo la representara en la democracia más antigua del hemisferio occidental, la Asamblea General de Virginia. Ese es, en efecto, el milagro estadounidense." Miriam, que ahora tiene 78 años, reflexiona sobre los otras que intentaron hacer una vida mejor, pero nunca llegaron a las costas estadounidenses. "Cuando voy al Caribe, no hay un momento en que vaya frente al agua sin pensar en cuántos de mi gente han muerto tratando de cruzar estas aguas," Miriam dijo. "No haces eso si estás felíz. No haces eso si el gobierno te asista. Solo haces eso cuando estás desesperado." Pero Miriam siempre tendrá un vínculo con su Cuba natal, solo superado por el amor por Estados Unidos. "Porque, este país es un milagro," Miriam dijo. To view this article in English, click here.
VIRGINIA BEACH, Va. (WAVY) -- Miriam Miayres, la madre de Procurador General Virginia Jason Miyares, le apasiona sobre los Eastados Unidos y la libertad individual, y crió su hijo para que apreciara la misma perspectiva.
Miyares se convertió el primer persona hispana en ocupar un cargo estatal cuando fue elegido para la Cámara de Representantes de Virginia en 2015, representado el noreste de Virginia Beach.
Las semillas de ese viaje fueron plantadas por las acciones de su madre que huía de la opresión en Cuba.
Su historia empieza con un un golpe en la puerta.
"Mi madre quería ver que quieren," Miriam Miyares dijo. "Eran las dos por la mañana, y abrió la puerta, y él dijo, 'Estamos aquí para alejar a Ángel.' El nombre de mi hermano era Ángel, y mi madre dijo, 'Espera un momento mientras lo despierto.'"
Era una noche en Abril en 1961, y los Estados Unidos cababa de lanzar la nefasta invasión contra el gobierno del dictador cubano Fidel Castro.
"Y el primer cuarto, era mi cuarto, y desperté y tuvo un chico delante de mí con una pistola delante de mi cara," ella dijo.
Miriam tenía 14 años cuando hombres armados leales a Castro allanaron su casa y arrestaron a su hermano Ángel.
"Ángel dijo que si los Yankees ganan, no tendrás forma de saberlo, porque te ametrallarán antes de que lo veas," Miriam dijo.
Los Yankees, o el gobierno de los Estados Undios, habían entrenado a 1400 exiliados cubanos para asaltar su patria. La invasión de Bahía de Cochinos fue un desastre, fácilmente aplastada por las tropas de Castro.
"Estábamos muy preocupados de que lo fueran a matar," ella dijo. "Porque durante la Bahía de Cochinos, lo sacan de su casa en medo de la noche y se lo llevan, y estuvo fuera durante cuatro días, no teníamos idea de dónde estaba."
Miyares dijo que su hermano cometió el error de no apoyar abiertamente al régimen de Castro.
"Persiguen a cualquiera que no esté necesariamente 'integrado', como ellos lo llaman, con el gobierno," ella dijo. "Porque si no estás con ellos, estás en contra de ellos. No hay término medio."
Ángel fue liberado más tarde, y luego dejó su tierra natal para ir a Estados Unidos. Recaudó dinero para traer a Miriam en 1965.
"Salí cuba con el atuendo que llevaba, y una bolsa, y eso es solo con lo que me permitieron irme," ella dijo. "Necesitas realizar que para una persona que tiene 19 años, es un choque cultural. Pero sabía una cosa, sabía que venir aquí, tendría la libertad de hacer lo que quisiera hacer."
A Miriam, el promete y la incertidumbre que venga con la libertad era un riesgo de salir cuba. El gobierno de Castro les había quitado su casa Victoriana construida por el abuelo de Miriam.
"Una vez, fui a Miami para un reunión, y me mostraron fotos de mi ciudad natal," ella dijo. "Voi este casa, y dijo, '¿De quién es la casa?' No recuerdo este casa.' Alguien me miró y me dijo, 'Cariño, esa es la casa de tu familia.' Y me fui llorando, porque ahora parecía un conventillo."
La pérdida de la vivienda familiar demostró a Miriam que hay que proteger a las personas, no aterrorizadas por la ley. Eso no pasó desapercibido para uno de sus tres hijos, ahora fiscal general de Virginia.
"Una de mis recuerdos primeros fue cuando mi madre vino a nuestra cocina y me enseñó el el Juramento de Fidelidad para su propia ceremonia de naturalización," dijo Jason Miyares. "Y casi 50 años después de su partida en 2015, pudo entrar en una casilla de votación y obtener una boleta con mi nombre y pudo votar para que yo la representara en la democracia más antigua del hemisferio occidental, la Asamblea General de Virginia. Ese es, en efecto, el milagro estadounidense."
Miriam, que ahora tiene 78 años, reflexiona sobre los otras que intentaron hacer una vida mejor, pero nunca llegaron a las costas estadounidenses.
"Cuando voy al Caribe, no hay un momento en que vaya frente al agua sin pensar en cuántos de mi gente han muerto tratando de cruzar estas aguas," Miriam dijo. "No haces eso si estás felíz. No haces eso si el gobierno te asista. Solo haces eso cuando estás desesperado."
Pero Miriam siempre tendrá un vínculo con su Cuba natal, solo superado por el amor por Estados Unidos.
"Porque, este país es un milagro," Miriam dijo.
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